Siendo adolescente su familia emigró de Seúl (Corea del Sur) a Baltimore, la ciudad más poblada del estado estadounidense de Maryland. Consiguió formarse en Harvard como abogada. Estos breves apuntes biográficos justifican que nadie mejor que Angie Kim para escribir sobre el drama que protagonizan los inmigrantes asiáticos al intentar asimilar los valores de la cultura occidental, mientras compaginan en su cotidianeidad sueños y miserias.
Pero ese es solo uno de los tres ejes narrativos de El juicio de Miracle Creek. El thriller psicológico de temática judicial, con el Kim consiguió alzarse con el Premio Edgar 2020 a la mejor primera novela, también refleja los claroscuros de la maternidad cuando el vástago tiene necesidades educativas especiales porque su diagnóstico se resume en una palabra maldita: autismo.
En Miracle Creek, un pequeño pueblo imaginario de Virginia, se juzga a una mujer acusada de provocar un incendio. Su propio hijo y su mejor amiga es el balance de víctimas mortales. Sucede mientras están sometiéndose a una sesión de oxigenación dentro de una cámara hiperbárica. Durante cuatro jornadas los siete testigos que comparecen en el juicio mienten, ocultando así lo que hicieron el día de autos.
«Cuando estaba haciendo el primer borrador, no sabía quién había provocado el incendio ni realmente qué había sucedido. Solo sabía que acababa de suceder. Es casi como si estuviera escribiendo para averiguar qué pasó de la misma manera que un lector podría leer el libro para averiguarlo», confiesa la autora. Y es que para ella, lo divertido de una historia en la que se ha producido un asesinato, es averiguar el cómo y el por qué, no solo quién lo hizo.
El estudio de personajes que esta escritora americana de origen coreano realiza en El juicio de Miracle Creek es magistral, desde los miembros de una familia coreana que regenta el negocio de esta terapia alternativa, hasta las madres vecinas del pueblo que someten a sus hijos a la misma, pasando por los habitantes de esta localidad llena de prejuicios que se debaten entre la mentira, la verdad y los secretos.
¿Hasta dónde llegarías para proteger a tu familia? Esta es la gran pregunta con la que Angie Kim interpela al lector que se acerca a su debut literario.